lunes, 4 de mayo de 2009

Oasis: la balada de Noel y Liam


Ante unas 40 mil personas, los ingleses se presentaron en el Monumental, en lo que fue su cuarta visita a la Argentina; crónica y fotos.Fuckin´ In The Bushes": los sampleos distorsionados del tema-mashup de Standing on the Shoulder of Giants fueron los que permitieron a Oasis salir por primera vez al escenario del Monumental. Una suerte de ambiciosa pretensión -la de llenar el Estadio de Nuñez- por parte de la banda inglesa que ya se presentó cuatro veces, con ésta, en nuestro país pero nunca con un show de estas dimensiones. Cuatro, también, son los discos que separan los dos megaexitosos Definitely Maybe y (What´s The Story) Morning Glory? de Dig Out Your Soul, el último, editado el año pasado y la excusa que los trajo de vuelta a Buenos Aires rodeados, además, de los rumores de que éste sería el último recital de su carrera. Puras patrañas.
Es que a lo largo de la noche –su noche, que en realidad duró poco más de hora y media-, los Gallagher no solamente se encargaron de dejar en claro su intención de volver (y, ergo, desacreditar lo sostenido por las malas lenguas) sino también de demostrar que, a pesar de su particularmente fría puesta en escena ("son ingleses", dirán muchos, pero el argumento no es suficiente) y que la era de la máquina de hacer hits quedó atrás, todavía pueden.
Y así lo hicieron: con un setlist centrado en su reciente trabajo (de los 20 temas de la lista, seis, incluida la balada de Liam " I’m Outta Time" y el falsete de Noel en el abrasivo "Waiting For The Rapture") y recorriendo a saltos sus dos master pieces. La famosa arrogancia de Liam que salta a la vista con cada uno de sus acercamientos al micrófono, en contraste con el esfuerzo amable por parte de Noel (aunque…ver apartado), fue amainada por la sucesión de hits. "Rock ´n´ Roll Star" abrió el juego y luego "Cigarettes & Alcohol" (y esa cita a Marc Bolan en el riff inicial); y las masivamente coreadas "Morning Glory", "Wonderwall" y "Don´t Look Back In Anger" (también, ver apartado). Si olvidáramos que la misión del show no era precisamente recorrer los grandes éxitos, las ausencias, claro, se harían notar: faltaron, quizás, "Live Forever", "Don´t go Away", "Go Let It Out" y "Little by Little.
Y la cosa pareció mantenerse siempre en un mismo nivel, sin sobresaltos pero tampoco decayendo: el guitarrista Gem Archer se lució en "To Be Where There’s Life", canción que compuso y cuya letra da nombre al último disco y Noel hizo lo suyo en "The Importance Of Being Idle", esa oda a la vagancia en insuperable falsete; mientras que Chris Sharrock, el nuevo baterista reemplazo de Zak Starkey, cumplía con su parte también. Y un cover para el final, como en cada una de sus visitas. Esta vez, al igual que en la primera (en el Luna Park, hace once años), fue "I am The Walrus", genialidad Beatle. Con muy pocas palabras, la despedida ideal de la mano de sus maestros, más cuelgue de acoples para cerrar. Y eso fue todo, amigos.
Por Yamila Trautman

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